El internet muerto y el Jesús camarón
¿Cuál es la teoría del internet muerto? ¿Por qué la imagen de Jesús realizada mediante IA se hizo viral? Saúl Justino Prieto lo explica en Experto en todo

¿Te imaginas generar relaciones profundas con “personas” en redes sociales o aplicaciones de mensajería creadas con inteligencia artificial (IA)?
Desde hace tiempo, sistemas como Chat GPT, Meta AI o Grok están disponibles para generar conversaciones. La interacción directa deja claro que se está conversando con una IA, pero la interacción indirecta deja abierta la posibilidad de ver, leer o interactuar con “personas” en internet que creemos que son humanos cuando, realmente, no lo son.
Este supuesto es uno de los riesgos que expone la llamada “teoría del internet muerto” (o una suposición conspirativa, mejor dicho), que trata revelar una dominación del internet y las redes sociales por perfiles creados con IA, reduciendo al mínimo la participación humana.
Uno de los principales ejemplos de esta teoría es el Jesús camarón: una imagen creada mediante IA que inserta la imagen hiperrealista de Jesucristo en el cuerpo de un camarón. Los perfiles que la publican en Facebook reciben millones de interacciones de otros bots, y esta viralización genera interés de parte de personas que se involucran en la tendencia.
Jake Renzella (Universidad de Nueva Gales del Sur) y Vlada Rozova (Universidad de Melbourne), investigadores en ciencias de computación y machine learning, respectivamente, explican en un artículo publicado en The Conversation, que la muerte del internet hace referencia a que los contenidos de redes sociales no requieren en ningún ámbito la participación humana.
Una de las consecuencias es que se inflan los números de “personas” susceptibles de recibir publicidad pagada por otros usuarios y genera números de audiencias falsos, o generan tendencias para difundir propaganda a favor o en contra de corrientes culturales, sociales o políticas. Es decir, las tendencias o temas de conversación son posicionados por miles de bots, por lo que la viralización termina siendo una imposición.
Las redes sociales están desahuciadas
Para definir qué tan cerca están de su “muerte” las redes sociales, más allá de vaticinar escenarios catastróficos que podría provocar este uso de la IA, se puede recurrir a muestras de su aprovechamiento propagandístico de los últimos años, donde la falta de control en la veracidad no solo de los contenidos, sino también de quienes los difunden, puede tener secuelas a un alto nivel.
En las elecciones estadounidenses de 2016, la consultora Cambridge Analytica adquirió información de 50 millones de usuarios de Facebook a quienes envió noticias falsas en favor de Donald Trump.
O, aterrizando el tema a México, es palpable cómo desde la campaña presidencial del 2018, mediante las redes sociales se emprendieron campañas de odio de un bando hacia otro y que se mantiene a la actualidad. La propaganda se ha originado de cuentas o perfiles reconocidos con una dosis alta de viralización artificial proveniente de bots.
El uso político también ha estado presente en Jalisco. El ex gobernador, Enrique Alfaro, alimentó gran parte de su popularidad al posicionamiento que tuvo en redes sociales, pero ese respaldo se transformó en bots “defensores” a ultranza que atacaban y agredían a cualquier persona que lo criticara.
La IA puede aumentar exponencialmente la cantidad de usuarios generados para estos fines y, a diferencia de otro tipo de tecnologías, darles un perfil “más humano” y difícil de distinguir, por consiguiente, más verosímiles y con más capacidad de influencia.
Por lo menos en Meta (empresa dueña de redes como WhatsApp, Instagram, Facebook y Messenger) ya está dando rienda suelta a sus innovaciones de IA. Próximamente sus aplicaciones tendrán la capacidad de insertarse en conversaciones de grupos, para “animarlos”. Quizá, eventualmente, recibamos mensajes o solicitudes de amistad de “personas” que quieran interactuar, que en realidad serán IA.
La mayoría de las personas estamos expuestas: 83.2% de la población en México tiene acceso a internet, y 70% de la población total es usuaria de redes sociales; de hecho, Meta tiene registrados 90 millones de perfiles en México.
Las principales razones para usar las redes sociales son: contactar a familiares y amigos, acceder a información, y entretenerse. Ámbitos delicados ya que involucran a los círculos sociales más cercanos y a la información que modela la visión del entorno.
Tal como lo explican Renzella y Rozova, una de las virtudes que hicieron de las redes sociales el centro de la información fue la libertad que representaron para las personas que las utilizaban, pero fueron cooptadas por el poder político y económico como un mecanismo lucrativo y de control.
Por ello, la reacción ideal ante todo lo que veamos en redes sociales debe partir de una perspectiva crítica que abogue a la búsqueda de la objetividad y no de los sentimientos o emociones.