Este año entró en vigor la reforma que permite a los trabajadores independientes incorporarse de manera voluntaria al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), para que puedan acceder a los financiamientos y créditos de vivienda.
Ramón Gómez Armentia, delegado del Instituto en Jalisco, detalla que van 700 trabajadores jaliscienses que se han inscrito a esta nueva modalidad. En la Entidad, hay 1.9 millones de personas que pudieran acceder a este beneficio, los cuales conforman el 47% de la Población Económicamente Activa (PEA) pero en su rubro informal, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), con corte al cuarto trimestre de 2023 .
“A partir de enero de este año pueden inscribirse de manera voluntaria todos los trabajadores independientes, que no trabajan para algún patrón. Así como se inscriben voluntariamente en el Seguro Social, también se pueden inscribir al Infonavit”, indica el delegado.
Gómez Armentia explica que los trabajadores deben abrir su cuenta de Infonavit para comenzar a hacer sus aportaciones, o también está la opción de vincular el pago cuando se inscriben al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Cuando cumplan un año se van a poder precalificar y acceder a todos los esquemas de financiamiento, no es limitativo, es el mismo financiamiento y tasa que se le da a cualquier trabajador”.
Este esquema también funciona para los trabajadores que ya habían sido dados de alta en el esquema formal, pero que se quedaron sin empleo o ya laboran de manera informal. “Ellos ya tienen su número de seguridad social, ya tienen el camino por delante. Incluso esas personas que tienen un saldo en su cuenta pueden ejercer un crédito”, menciona el funcionario.
El delgado remarca que, además, la reforma beneficia a las personas trabajadoras domésticas, ya que los patrones deben inscribirlas al Infonavit de manera obligatoria. “Si recibimos denuncia por parte de una trabajadora, se puede fincar una orden de fiscalización para efecto de que comparezca (el patrón). Anteriormente era voluntario, pero ya no”.
¿Cuáles fueron los cambios en las leyes?
El 29 de noviembre de 2023 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el decreto por el que se reformaron los artículos 251 de la Ley del Seguro Social, y 146 de la Ley Federal del Trabajo, y se adicionó el artículo 59 Bis a la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores.
Así quedaron las reformas:
Artículo 251 de la Ley del Seguro Social: Tratándose de personas que se hayan inscrito voluntariamente al régimen obligatorio de esta Ley, dentro del cálculo de las cuotas obrero patronales, se realizará el cálculo correspondiente a las aportaciones de vivienda sobre el ingreso reportado.
Artículo 146 de la Ley Federal del Trabajo: Las personas trabajadoras que se hayan inscrito voluntariamente al régimen obligatorio de la Ley del Seguro Social, podrán realizar aportaciones al Fondo Nacional de la Vivienda, que les permitan obtener un crédito barato y suficiente, conforme lo determine el organismo a que se refiere el artículo 138 de la Ley.
Artículo 59 Bis de la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores: Tratándose de las personas que se hayan inscrito voluntariamente al régimen obligatorio de la Ley del Seguro Social, podrán realizar aportaciones para su abono a la subcuenta de vivienda, de la cuenta individual prevista en los sistemas de ahorro para el retiro, en términos de la presente Ley, y en lo que corresponda en la Ley del Seguro Social y en la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro.
Trabajadores informales en Jalisco
El Inegi indica que en Jalisco hay 1.9 millones de trabajadores en la informalidad, con datos actualizados al cuarto trimestre de 2023.
La actividad informal se refiere a la suma, sin duplicar, de las y los trabajadores ocupados que son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, más aquellas personas cuyo vínculo o dependencia laboral no se reconoce por su fuente de trabajo.
En esta tasa se incluyen, además del componente que labora en micronegocios no registrados o sector informal, «otras modalidades análogas, como las y los ocupados por cuenta propia en la agricultura de subsistencia, y quienes laboran sin la protección de la seguridad social y cuyos servicios los utilizan las unidades económicas registradas», describe el Instituto.
