Revelan falta de humanidad en la industria agroalimentaria de Jalisco
Los periodistas Martha Guillén y Lauro Rodríguez consideran que falta que los directivos de las empresas, con ganancias millonarias, sean empáticos con sus trabajadores
Un recorrido al trabajo los llevó a la muerte el 18 de mayo de 2022. Ese día, los jornaleros eran transportados en camiones subcontratados por la empresa Ruza, para llevarlos a los campos jaliscienses de la compañía exportadora BerryMex, filial de la trasnacional Reiter Affiliated Companies (RAC).
Se dirigían a cosechar zarzamoras, en un horario que inicia a las 05:30 de la mañana, cuando pasan por ellos, y finaliza entre las 18:00 y 19:00 horas de la tarde, por 231 pesos al día.
Pero el vehículo se quedó sin frenos, en medio de las curvas de la carretera 405 Tuxcueca-Mazamitla en el sureste de Jalisco. El accidente dejó 20 personas heridas y 14 muertos. Froilán Alameda Carrera perdió a su hijo Frank Irving, a su cuñada Ariadna Ortiz Cortés y a su amigo Abisai. Él sobrevivió, pero con secuelas.
Esta historia fue contada en el reportaje “Los camiones de la muerte en el Gigante Agroalimentario”, publicada en el medio independiente El Suspicaz, con apoyo de Quinto Elemento Lab. Los autores, Martha Guillén y Lauro Rodríguez, evidenciaron que empresas agroproductoras con ganancias millonarias usan vehículos de segunda mano, o con permisos vencidos, para trasladar a sus jornaleros a los campos en Jalisco.
Además, aprovechan la escasa o nula supervisión del Gobierno para dejar a su suerte a las personas lesionadas. Y, en el caso que se aborda, las compañías incumplieron la ley al no pagar indemnizaciones ni reparación del daño a las familias de las víctimas, quienes son abandonadas por los líderes sindicales.
A continuación, la entrevista con los periodistas, que fueron galardonados con el Premio Jalisco de Periodismo 2024 gracias a esta investigación.
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– ¿Cómo surge la idea y cuánto tiempo les llevó hacer el reportaje?
Martha Guillén: Nos llevó año y medio todo el trabajo, desde que planteamos la hipótesis en Quinto Elemento. Soy originaria de la región Sur de Jalisco, que es una de las principales en cuanto a la producción agrícola para el Estado y a mí siempre me llamaba mucho la atención ver los camiones en los que trasladan a las personas jornaleras de mi municipio. Soy de Gómez Farías, vecino a Ciudad Guzmán y de mi municipio llevan muchas personas jornaleras. Estamos hablando de que la mayoría de las personas que habitan este municipio son personas jornaleras.
No sólo son camiones, sino que también trasladan a las personas jornaleras en camionetas que no tienen las condiciones adecuadas. Me llamaba la atención que provocaban accidentes y no pasaba nada.
Este reportaje nació en un taller de periodismo de investigación y narrativas que impartió Quinto Elemento Lab y la hipótesis era que estas empresas utilizan este tipo de transporte porque las autoridades lo permiten, porque las autoridades no revisan. Esa fue la hipótesis y lo triste fue que lo pudimos comprobar, que en efecto las autoridades son muy permisivas con el uso del transporte en mal estado.
Muchos de los camiones que circulan en la región Sur de Jalisco y que transportan a personas jornaleras son camiones de la Secretaría de Transporte que antes circulaban aquí en la Zona Metropolitana de Guadalajara o en Zapotlán el Grande.
Son los camiones rojos o verdes que después de 10 años de circulación ya no son aptos para circular dentro de la ciudad, pero por alguna razón terminan en manos de empresas agrícolas trasladando diariamente a las personas jornaleras a los campos.
-¿Cuáles fueron sus hallazgos más importantes?
Martha Guillén: Entre los hallazgos más importantes es que no hay una documentación oficial, no hay ninguna base de datos de víctimas, ni demás. Hicimos nuestra base de datos tomando un periodo de 10 años; es decir, de enero de 2013 a mayo de 2023, y en ese periodo 216 personas jornaleras resultaron lesionadas en 20 accidentes, en 20 siniestros viales; 10 de ellos ocurrieron en camiones y 10 también en camionetas y 34 personas más perdieron la vida.
El siniestro que tomamos como ejemplo fue el que ocurrió en Tuxcueca el 18 de mayo de 2022, porque fue el más atroz en cuestión de muertes porque fallecieron 14 personas. Otro hallazgo importante es que el camión era irregular: iba sin frenos y no tenía condiciones de seguridad para operar, tenía placas que no eran de ese camión y que además estaban vencidas.
Es algo que nos explicaba el abogado (José Antonio) Pérez Gil, a quien mencionamos también en el reportaje; es un hallazgo al que debemos ponerle mucha atención como periodistas sobre qué está pasando con los siniestros viales de camiones de pasajeros.
– ¿Consideran que podrían existir más accidentes de este tipo?
Lauro Rodríguez: Lo primero que revisamos fueron las estadísticas federales del Gobierno de México porque estos camiones circulan por carreteras federales y por eso la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) es la que tiene que dar los permisos, pero sí era muy general.
Nosotros queríamos delimitarlo al tema de las personas jornaleras y tuvimos que generar nuestra propia base de datos revisando los partes de novedades de Protección Civil del Estado, de Protección Civil de los municipios y también noticias periodísticas. Así fue como pudimos generar esa base de datos para toda la información únicamente del tema agroindustrial.
Lo más seguro es que haya más accidentes. O incluso que Protección Civil no diga que fue un siniestro en el que hubo jornaleros. Por ejemplo, Protección Civil Jalisco ocultaba muchos de los siniestros atendidos con la empresa Ruza, resulta que únicamente tenían uno o dos siniestros cada tres años cuando en las noticias vemos que son muy recurrentes.
-Aunque el reportaje se enfoca en el transporte, de trasfondo evidencia las condiciones en las que están los jornaleros y cómo los ven en Jalisco y en muchas partes de México.
Lauro Rodríguez: Así es, y a las autoridades no les importa.Intentamos entrevistar a quien era el secretario de Transporte en ese entonces, Marco Valerio Pérez Gollaz, y él no accedió a darnos entrevista, pero sabía que lo estábamos buscando. Nos vio en un evento que tuvieron los productores de berries en la Expo Guadalajara, en el Congreso de Aneberries de 2023.
Nos ve, se va antes del evento para que no lo alcancemos a entrevistar, pero al momento de dar su discurso habla sobre los camiones, del sistema de transporte. Allí reconoce que no hay vigilancia hacia los camiones y que es una de las deudas que tiene el sistema empresarial agroindustrial de Jalisco y de las autoridades hacia los trabajadores jornaleros. Eso habla de que las autoridades conocen estas condiciones, saben que los camiones circulan sin permisos, que circulan sin autorización, pero no están haciendo absolutamente nada.
Pudimos platicar también con el representante de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en ese mismo evento que estuvo y mencionó que, como ellos anuncian las visitas que hacen a los invernaderos, cuando van les muestran camiones nuevos, con cinturones de seguridad (…) Eso es irreal, en los campos no se ve que haya ni camiones nuevos ni camiones con cinturones de seguridad.
También menciona que para la Organización Internacional del Trabajo no existían anomalías ni omisiones porque lo que a ellos les muestran estaba en los máximos estándares internacionales. La vigilancia internacional es anunciada y los empresarios pueden prepararse para recibirlos con equipo de primera calidad.
Por ejemplo, el presidente del Colegio de Abogados nos mencionaba que era muy recurrente que lleguen empresas agrícolas que subcontratan a otras empresas de transporte, como el caso de BerryMex, que tenía subcontratada a Ruza, porque son muy recurrentes los siniestros viales y al momento de que pasa algo y hay alguna denuncia, buscan quien los defienda. Entre los abogados han encontrado que en las empresas hay un completo desorden, pero que ese desorden es provocado por la falta de vigilancia de las autoridades, como la Secretaría de Transporte que nunca va a las instalaciones a hacer supervisiones.
Entonces las empresas no tienen su documentación en regla y tampoco les importa hasta que llega una demanda. Allí la estrategia legal que se utiliza es ver lo menos que puede pagar la empresa porque al final va a tener que llegar a un acuerdo económico porque hay irregularidades, porque no tienen la documentación, porque no tienen los permisos. Es la situación que todo mundo conoce que existe y nadie está haciendo nada por atenderla.
-¿Qué tan importante fue el acompañamiento que recibieron de Quinto Elemento Lab?
Martha Guillén: Fue bastante, durante todo el trayecto que estuvimos trabajando con ellos, creo que hicimos como tres versiones del reportaje porque tuvimos a un editor que estuvo desde el inicio con nosotros, Aníbal Santiago, que nos decía lo que investigáramos para corroborar lo que planteábamos. Cada semana nos reuníamos para mostrar avances y la visión de decirnos como editor el peso que le podríamos dar a ciertas cosas y el valor.
Fue diferente a lo que estamos acostumbrados, lo significó todo para nosotros porque si no hubiéramos tenido ese acompañamiento, si no hubiéramos tenido toda esa visión, y la experiencia, no hubiera sido un reportaje tan potente, inclusive parte de la de los hallazgos o de que potenciaron este fue gracias a que ellos nos estuvieron, insistiendo en buscar a tal persona, o buscar a las autoridades y empresas de distintas maneras.
– ¿Qué consideran que debe cambiar para que no sigan ocurriendo estas tragedias?
Lauro Rodríguez: Primero, desde el sindicato que se pone del lado de las empresas en lugar del lado de los trabajadores, y el que las autoridades deciden callar y que las empresas nos pueden decir muy cínicamente: “a mí me lo permiten o no te voy a dar entrevista porque pues eso ya pasó y las autoridades ya aclararon todo lo que sucedió”.
Desde allí te das cuenta de esta complicidad que hay entre las empresas y las autoridades de gobierno, así como los sindicatos. Tiene que romperse esa complicidad, no hay contrapesos y nadie está investigando a la otra parte porque son cómplices, porque están muy unidos porque uno se cubre el otro el otro, se defiende al otro. Si el sindicato en realidad estuviera del lado de los trabajadores serían los primeros en pedirle cuentas.
Ocultaron, el peritaje, ocultaron la carpeta de investigación, no nos quisieron dar absolutamente nada, pero no nada más a nosotros, a las familias no les quisieron mostrar las carpetas de investigación. Están todos estos indicios que nos hablan de esta complicidad que hay entre las autoridades, el sindicato y las empresas. Debe romperse esa complicidad.
Martha Guillén: También la parte de la humanidad de las personas empleadoras y los empresarios, porque son empresas muy grandes. En este caso es una transnacional que es filial de un conglomerado internacional que tiene empresas en todo el mundo. Son empresas que no ganan dos pesos, ganan miles de millones de dólares al año y es indignante que tengan a las personas jornaleras trabajando en esas condiciones y a la vez presumiendo. Porque cada año tienen expos, tienen diferentes eventos en donde presumen todo lo que logran, sus ganancias, sus exportaciones y demás, pero ¿y los trabajadores? Siento que les falta humanidad.
El primer reportaje premiado de un medio regional
El Suspicaz se describe como un medio integrado por periodistas dedicados a informar de manera veraz, objetiva y humanista los acontecimientos sociales, culturales, deportivos, políticos y de recreación del Sur de Jalisco.
En su misión, indica que buscan “llegar a la población juvenil cibernauta y hacer que se interese por nuestro contenido. Nuestra clave de impacto es la producción multimedia y el periodismo de investigación ya que en el Sur de Jalisco no se realiza este tipo de periodismo que es necesario para el funcionamiento correcto de nuestra sociedad”.
– El reportaje se publicó en El Suspicaz, un medio digital independiente. ¿Cómo surge este espacio?
Lauro Rodríguez: Surgió entre 2014 y 2015 como un proyecto escolar, pero publicábamos mientras estábamos en clases, nuestras tareas, para tener un espacio de entre los estudiantes para estar publicando nuestros trabajos que surgieron en el aula.
En 2017 cuando ya egresamos de la Universidad, decidimos entre Martha, otros compañeros y yo implementarlo como una empresa periodística. Al final nada más quedamos Martha y yo, porque empresa es un decir ya que no nos deja dinero más que para los gastos operativos, pero no sueldos ni nada de eso.
El Suspicaz, profesionalmente hablando, lo ha significado todo, al menos para mí, porque allí dimos a conocer nuestro trabajo y gracias a eso pues a mí me contrataron en NTR Guadalajara. Estuve en otros medios de comunicación también pero allí tuvimos nuestra ventana de proyección hacia el mundo laboral, en el mundo profesional también ha significado un reto enorme.
Actualmente El Suspicaz ya no es diario. Estamos ya planeando un cambio, no tanto de imagen, sino del concepto porque el concepto anterior era “Suspicaz, noticias al instante” pero ya no estamos en Ciudad Guzmán, tuvimos que salir por motivos de seguridad y ahora estamos en Guadalajara y no podemos hacer periodismo diario para El Suspicaz porque no estamos en el lugar y ahora estamos enfocándonos en investigación. Estamos creando un nuevo concepto, como un laboratorio de medio de investigación.
Al momento hemos publicado cuatro reportajes de largo aliento y con acompañamiento editorial. Queremos seguir publicando de esa manera al menos uno o dos cada año posteriormente.
– ¿Qué tan difícil es hacer sostenible un medio independiente?
Lauro Rodríguez: En algún momento llegamos a tener un sueldo con El Suspicaz, era poco, pero era un sueldo. Fue cuando comenzó todo ese proceso de transición que tuvimos que prácticamente huir de Ciudad Guzmán.
Fuera de la ciudad se puede hacer un modelo de diversificación de ingresos que permita hacer sostenible el medio con diversos servicios. Por ejemplo, lo que hacíamos nosotros era vender nuestros servicios para coberturas de expos, de ferias, festivales y demás. De ahí obteníamos gran parte de los ingresos. Pero también vendíamos espacios de publicidad para las empresas o incluso hasta generar contenido para las propias empresas y que ellos los pudieran publicar donde ellos quisieran.
Aquí la clave y la línea que tenemos nosotros siempre es transparentar todo. Por ejemplo, cuando hacíamos publicaciones de los partidos políticos en las campañas, todas las notas que ellos nos enviaban para publicar, pasaban primero por un proceso de revisión por la parte editorial y posteriormente apareció una leyenda de que ese contenido no era parte de El Suspicaz, sino que era un espacio que El Suspicaz vendió a tal partido político.
Nos manejamos como independientes porque, aunque sí vendíamos ese tipo de espacios, pero nunca la editorial. Nosotros le apostamos siempre a eso, lo mencionamos en nuestros valores que no estamos cerrados incluso hacer convenios con gobiernos, pero siempre y cuando haya completa transparencia por parte de ellos y por parte de nosotros.
Martha Guillén: En Ciudad Guzmán podíamos tener un modelo de diversificación y ya estando acá no. Tuvimos que apostarles a las becas, a las subvenciones para realizar un reportaje o para el sostenimiento del medio. Ha sido un camino muy difícil y retador, sin embargo, concuerdo totalmente con Lauro.
Es una condición que todos los periodistas conocemos y vivimos que, para sobrevivir, no puedes vivir nada más de un medio, sino que de dos o hasta tres. Los medios no pueden sobrevivir con un sólo medio de financiamiento.
– ¿Qué significó ganar el Premio Jalisco de Periodismo?
Lauro Rodríguez: Nos dio mucho gusto porque al momento de hacer de hacer una revisión del histórico del Premio Jalisco nos dimos cuenta de que El Suspicaz es el primer medio regional en ganar un premio Jalisco de Periodismo, es muy bueno porque se rompió una barrera para ver si así comienzan a ver el trabajo que están realizando en municipios fuera de la ciudad.
Martha Guillén: Trabajamos con nuestro enfoque de derechos humanos y las historias son las que nos mueven. Este reportaje significa motivación y mayor inspiración. Porque estábamos también en un momento de mucha adversidad y precarización, pero el tener este reconocimiento es como inspiración para continuar, seguir adelante y resistir.