Prohibición de la banda en Sinaloa, gentrificación y ¿racismo?
Saúl Justino Prieto analiza lo que hay detrás del ninguneo del empresario Ernesto Coppel hacia la música de banda
“Nos urge ordenar el ruido. No somos un destino de quinta (categoría), somos un destino de primera y así debemos de vernos. Ya basta, tenemos años en esto, ya basta. Hay que legislar y ordenar esto. No puede seguir así”, dijo en un video el empresario hotelero Ernesto Coppel Kelly, sobre la presencia de bandas musicales en espacios públicos en Mazatlán, Sinaloa.
Esto desencadenó protestas de músicos y conflictos con autoridades, vecinos y turistas que dividieron opiniones al respecto. Muchas de ellas se basan en un fondo generado por la gentrificación, el racismo y discriminación económica que, con el paso de los años, es más notoria en México.
La gentrificación puede definirse como una serie de intervenciones del espacio público dirigidas a mercantilizarlo, lo cual genera un proceso de elitización de los entornos urbanos basado en pretextos de renovación, revitalización o recuperación de los mismos espacios públicos.
No hay mejor ejemplo de esto que la queja del empresario Coppel Kelly, quien hace un llamado a que las autoridades eliminen la presencia de las bandas a las que califica como “escándalo de ruido cacofónico (…) Que están generando un daño tremendo en la ciudad (…) Miles de millones de dólares se están invirtiendo cada año y no puede ser que no tengamos un orden para que estas bandas y estos vehículos hagan su trabajo sin molestar a los demás. (…) Son un desastre en las plazas mazatlecas, no dejan descansar a la gente. Yo tengo muchas quejas de cientos de turistas americanos que dicen ‘no vuelvo a Mazatlán por el escándalo y el ruido que provocan’. Que tienen una proyección de destino turístico chafa”.
Ernesto Coppel Kelly ha sido de los principales generadores de la dolarización en varios destinos turísticos mexicanos. Es fundador y presidente del Consejo de Administración de Grupo Pueblo Bonito Golf & Spa Resorts, que ha desarrollado seis hoteles de lujo exclusivos y fraccionamientos privados en Mazatlán y Cabo San Lucas. Y anunció que invertirá en desarrollos turísticos en el Caribe y San Miguel de Allende. El valor de sus ganancias asciende a 935 millones de dólares, según la revista Forbes.
Tal como definen Mauro Castro Campos, de la Universitat Politècnica de Catalunya, y Nizaiá Cassián Yde, de la Universidad Oberta de Cataluña en entrevista publicada en la Revista Encartes (https://encartes.mx/cassian-castro-robledo-grimaldo-gentrificacion-guadalajara-barcelona/), discursos de este tipo esconden perspectivas morales y culturales sesgadas que facilitan la expulsión de vecinos y comerciantes con ciertos estilos de vida que van en contra de la perspectiva e intenciones de autoridades de gobierno coludidas con la industria del turismo.
Precisamente, la industria del turismo ha mostrado una preocupación exacerbada por cubrir las necesidades del turista extranjero y los que han decidido quedarse a vivir en México, particularmente los de origen estadounidense.
Datos del Gobierno de Sinaloa indican que, en 2023, arribaron 519 mil 543 turistas extranjeros a esa entidad, lo que significó la sexta cifra anual más alta desde 2011, aunque lejos de su máximo registrado en 2018, con 873 mil 914. Más del 95% llega a Mazatlán.
A nivel nacional, la Secretaría de Gobernación indica que 20.5 millones de turistas extranjeros arribaron a México en 2023. El turismo originado de Estados Unidos es el más representativo con 13.5 millones personas (61.8%), después está Canadá con 2.4 millones (11.3%). Los principales destinos de llegada por avión fueron:
- Cancún 45.9%
- Ciudad de México 19.6%
- Los Cabos 10.5%
- Puerto Vallarta 8.4%
- Guadalajara 6.1%
Mazatlán está en décimo lugar con 0.6%, pero con un crecimiento acelerado en los últimos años.
También es importante recalcar el fenómeno del incremento de residentes extranjeros en México. El dato más preciso es de 2020, fecha del último censo del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática, cuando se registraron 1.2 millones, de los cuales 797 mil 226 son de Estados Unidos, casi el 66% del total. En comparación con el año 2000, había solo 492 mil 617 extranjeros residentes en México. Las entidades con más de 90 mil personas no nacidas en México con residencia son:
- Baja California
- Chihuahua
- Ciudad de México
- Jalisco
Pero Sinaloa destaca con un crecimiento de cuatro veces en su población de extranjeros, al pasar de 6 mil 571 a 21 mil 776 entre el 2000 y 2020, respectivamente.
Uno de los factores que ha influido en la gentrificación y el incremento de la residencia de extranjeros en México es la posibilidad del trabajo remoto. Miles de personas que laboran en empresas fuera del país pueden recibir salarios en dólares u otras divisas que benefician su poder adquisitivo. Solo comparado con Estados Unidos, la brecha salarial con México es 14 veces más para personas con estudios de secundaria (261 vs. 3 mil 672 dólares mensuales) y 8.5 veces más para personas con estudios de licenciatura (562 vs. 4 mil 792 dólares mensuales), según el Anuario de Migración y Remesas México 2023.
No se necesita ser un genio para concluir que un empleado de una empresa extranjera que reside en México tiene más posibilidades de vivir cómodamente que una persona originaria que tiene ganancias 14 veces menores.
Por ello, los empresarios del sector servicios o inmobiliarios se concentran en tener mayores ganancias y priorizar la comodidad y satisfacción de las necesidades de quien pueda pagar más.
Una de las pocas iniciativas que han surgido para regular el problema nació en la Ciudad de México, donde han propuesto modificaciones al Código Fiscal local para cobrar impuestos a extranjeros que trabajan vía remota.
Finalmente, es importante indagar en la coyuntura de la discriminación y el racismo. Académicos como Agustín Morales, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Nacional Autónoma de México, han detectado que la discriminación contra personas migrantes es desigual, jerarquizante y excluyente, ya que algunos son mejor recibidos por su nacionalidad, apariencia o poder adquisitivo.
El perfil más discriminados por los mexicanos, de acuerdo con el investigador, son los africanos, centroamericanos, sudamericanos, caribeños y asiáticos. Mientras los más aceptados son los estadounidenses, canadienses y europeos.
De allí que desde las instituciones y el poder económico se priorice la comodidad del capital de fuera, y se desprecie una expresión cultural musical característica de la región que “incomoda” al extranjero.
En su origen desde el siglo XIX, la Banda Sinaloense se basó en géneros europeos como la polka, el vals y la mazurca, y se mezcló con ritmos de comunidades indígenas y campesinas sinaloenses.
El Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) menciona que, durante el Porfiriato, las bandas interpretaban marchas militares y música clásica en plazas públicas y salones privados.
Durante la Revolución, se utilizaron para narrar historias, testimonios y vidas de personajes destacados; una de las características más distintivas que conserva hasta hoy una de sus variantes más populares: la tambora sinaloense. Su popularización llevó a la generación de decenas de bandas con músicos empíricos. Una de las más destacadas es la Banda El Recodo que nació en 1938.
El análisis no busca rivalizar de los bandos inmiscuidos en el conflicto, sino ir más allá y generar acuerdos en los cuales todas las personas puedan convivir pacíficamente, sin otorgar prebendas especiales por intereses económicos o discriminatorios. Una opción es la aplicación de leyes y reglamentos especificados al ruido y así generar la sana convivencia. Pero es un tema poco explorado en la legislación de todos los niveles de gobierno.
La influencia de los poderes económicos en los institucionales tiene un límite, y la prioridad debería ser el respeto los derechos de todos.